La verdad es que el día no podía estar peor para acercarse hasta la Plaza de las Palomas. A la hora que yo firmaba ejemplares, de 1 a 2, estuvo diluviando. Aún así hubo algún valiente que se acercó a saludarme. Incluso algún chaval tuvo a bien que le firmase su ejemplar. A todos ellos, un fuerte abrazo. En especial para José Antonio, Presidente del gremio de libreros que es un auténtico fenómeno.
domingo, 29 de abril de 2012
lunes, 23 de abril de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)