OBJETOS




La doble mano de oro.- Figura de oro macizo que los padres de Miranda hallaron en una ciudadela maya y que luego resultó ser la coraza de uno de los guerreros que aparecían en las paredes de la ermita de los panzudos. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).



El diario de los Roblenuevo.- Diario en el que los padres de Miranda anotaban todos sus descubrimientos. Utilizaban claves y los contenidos importantes habían sido encriptados. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).




Fotografía de la expedición Ararat.- Hallada por Miranda dentro del diario de sus padres, en ella aparecen los seis componentes de la expedición en busca del Arca de Noé y el Franchute disfrazado de porteador. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).

La “trilogía desenfocada”.- Bajorrelieve hallado por Miranda y sus amigos en la ermita de los panzudos en la que, en tres dibujos, se puede contemplar de manera resumida el diluvio universal. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


La “caja de Miranda”.- Caja hallada por Miranda y sus amigos en el nivel inferior de la ermita de los panzudos. “Era un prisma hexagonal del tamaño de un tiesto. Parecía estar fabricado en algún tipo de madera tropical rara.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).



Los panzudos.- Seis estatuas halladas por Miranda y sus amigos en el nivel inferior de la ermita de los panzudos. Potentes haces de luz surgidos de ellas parecen haber conferido a Miranda extrañas habilidades. “Sobre el suelo se levantaban seis estatuas situadas en perfecta geometría hexagonal. Las seis esculturas representaban a seis sacer­dotes mayas con sus tocados y orna­mentos típicos. Tenían una altura de un metro y medio aproximadamente. Aun­que mostraban rasgos faciales diferen­tes, todos ellos mantenían la misma postura y actitud. Miraban con gesto de placidez y apuntaban con sus manos hacia algún punto virtual a unos metros por encima de la caja de madera. Su característica más sobresaliente es que los seis lucían una gran barriga.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).

El diario del Capitán Dosmiradas.- Diario de Don Fernando Altomonte. En él plasmaba los detalles de sus abordajes además de otras anotaciones. (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).

El tablero de la niña turca.- Extraña pieza de madera que La niña turca entregó al Capitán Dosmiradas y que, tras ser descubierta por Miranda y sus amigos, ha resultado poseer misteriosas e inexplicables propiedades. (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).




El pergamino JA, JA, JA.- En el lugar del tesoro quedaba un pequeño cofre con una nota encima que decía: “Para mi bienamado lugarteniente Tarasios Kefalés, el griego”.  Éste lo abrió y dentro halló un lujoso pergamino enrollado. Al desplegarlo pudo leer el mensaje que, en grandes letras rojas, le había dejado Dosmiradas. Decía simplemente: “JA, JA, JA”. (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).


El MIranduca.- Pequeño barco pesquero propiedad de Xuan. “En uno de los amarres, entre dos vetustos pesqueros, relucía un pequeño barquito recién pintado. Sus colores blanco y azul cielo destellaban a la luz del sol y sus partes metálicas, recién pulidas, brillaban como los cromados de una Harley Davidson. Tenía unos nueve o diez metros de eslora y en el centro de la cubierta, protegiendo el timón, una pequeña caseta abierta.” (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).


El catalejo.- Catalejo del Capitán Dosmiradas. Tiene unas lentes que parece que están sucias pero encierran un interesante secreto. (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).



El ferrocarril espectro.- “Era un antiguo tren minero. Pero no se desplazaba por unas vías. Parecía deslizarse sin tocar el suelo, arrastrando como un alma en pena varios sucios y desvencijados vagones de madera. Su chimenea despedía llamaradas de fuego que quemaban el cielo haciéndolo arder a su paso, como si de yesca se tratase. Se podía decir que aquel tren parecía proceder del mismísimo infierno.” (Ver: El ferrocarril espectro).


Cilindro de cobaltanio.- Hallado en la ciudad de Lem por Miranda y sus amigos. “Se trataba de un objeto cilíndrico, de cobaltanio, redondeado por los extremos, profusamente decorado con motivos mayas y que, por la forma y el tamaño, recordaba a los cilindros de plástico que se utilizan para guardar títulos o diplomas. Curiosamente, al agitarlo se podía escuchar un suave sonido, que confirmaba que guardaba algo en su interior.”


El pergamino de la sacerdotisa.- Misterioso pergamino cuya existencia es desvelada por el párroco Don Segismundo. Fue traído desde América por el conquistador Hernán Hidalgo. Ocultado por el matrimonio Roblenuevo, y hallado en el interior del cilindro de cobaltanio. “Mostraba un texto escrito en caracteres mayas que rodeaba un dibujo que resaltaba en el centro. Era un her­moso retrato de un finísimo acabado, de una joven con una especie de tocado que adornaba su cabeza. Su bello rostro parecía triste.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos y El ferrocarril espectro).