PERSONAJES



Miranda Roblenuevo.- Es la protagonista de estas aventuras. Sus padres desaparecieron en una expedición al Monte Ararat en busca del Arca de Noé. “De tez muy clara, ojos verdes, alta y corpulenta, sujetaba su rubia melena con una coleta y un pañuelo azul con estrellas amarillas le protegía la cabeza del sol. Vestía pantalones vaqueros por debajo de la rodilla y botas de montaña. Llevaba puesta una camiseta roja en la que, en el centro, en color amari­llo, resaltaban unas grandes letras en las que se leía: ¡CUIDADO CONMIGO!” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


Renata y José Lobo.- Son los amigos de Miranda y con ellos comparte sus aventuras. “Renata, a pesar de tener la misma edad que Miranda, le llegaba por la barbilla. Era me­nuda, con el pelo liso y negro y cortado con flequillo. José, algo mayor que las chicas, tenía el pelo castaño, muy corto, y usaba unas aparatosas gafas sin las cuales veía menos que un gato de escayola.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


Doña Eulantina.- La abuela de Miranda había asumido su cuidado desde la desaparición de sus padres. “Ya jubilada, había sido inspectora jefe de hacienda y ac­tualmente, dada su experiencia y sus asombrosos conocimientos de informá­tica, ayudaba a la policía en la persecu­ción de todos aquellos delitos cuyo es­clarecimiento tuviese algo que ver con los ordenadores. La abuela, no sólo era experta en desenmascarar a peligrosos criminales. También era una artista haciendo dulces que eran del agrado de Miranda y de sus amigos.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).

Luscinda Villas y Olmo Roblenuevo.- Padres de Miranda. “…los reconocidos ar­queólogos habían desapareci­do en el Mon­te Ararat durante el curso de una expedi­ción en busca del Arca de Noé.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


Merisleidis.- Joven peruana encargada de las labores del hogar en casa de los Roblenuevo. Merisleidis colocó sobre la mesa del salón una ban­deja en la que humeaban tres tazas de choco­late y un plato repleto de tostadas de pan de hogaza con mantequilla…” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).




Rolando.- Joven encargado del cuidado de los caballos en el picadero cercano a la casa de los Roblenuevo. –“¿Qué tal campeones? –respondió el joven mientras terminaba de apretar los correajes de Fuego-¿Dispuestos a una nueva aventura?” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).





Dama, Trotón y Fuego.- Los caballos de nuestros protagonistas. “Trotón, el caballo de José, de temperamento agradable, tranquilo y fuerte resultaba muy fácil de montar. Dama, la coqueta yegua de Renata se caracterizaba por su prudencia y agudo instinto maternal. Finalmente, Fuego, el hijo de Trotón y Dama, un brioso corcel joven y nervioso, sólo admitía a Miranda sobre su grupa.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


El Franchute.- El enemigo público número uno de Miranda Roblenuevo. Un hombre sin escrúpulos dispuesto a todo por encontrar el Arca de Noé. “Llevaba atuendo de arqueó­logo. Sombrero de tela, chaleco y botas, todo en color arena. Hablaba con acento francés.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).




Los secuaces del Franchute.- Dos delincuentes de rasgos patibularios y con malas pulgas. “…muy corpulentos, trajeados y con aspecto de matones de los barrios bajos…” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).






Don Segismundo.- Párroco de la iglesia de Santa Leocadia. Cuenta a Renata y sus amigos la historia de la ermita de los panzudos y les desvela la existencia del “pergamino de la sacerdotisa”. “…era ciego de nacimiento. Aunque ya en el ocaso de su existencia, seguía mante­niendo una amabilidad infinita en su rostro.” (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).
Hernán Hidalgo.- Explorador español, lugarteniente de Hernán Cortés. Según la leyenda, fue el constructor de la ermita de los panzudos y el que trajo de las selvas mayas el pergamino de la sacerdotisa. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).





Comisario Palomo.- Comisario de policía y amigo de la familia Roblenuevo. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


Eliseo Colodio.- Prestigioso arqueólogo de la Universidad de Salamanca y componente de la expedición al Monte Ararat en la que desaparecieron todos sus miembros. Miranda cree firmemente que es el hombre al que interrogaba el franchute en la ermita de los panzudos. (Ver: El enigma de la ermita de los panzudos).


Cleta y Xuan.- Tíos abuelos de Miranda. Xuan es hermano de Eulantina, la abuela de Miranda. Viven en una preciosa casa en la costa llamada “La Quintana”. (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).







Rodrigo Altomonte y Puenterreal.- Magnate de la industria conservera y padre de las gemelas Lara y Caterina. Propietario de la Mansión de la Escoria. Tras esta aventura se convirtió en el mecenas y protector de Miranda. “El desconocido se expresaba con ex­quisita corrección. No en vano su aspecto denotaba aristocracia por los cuatro costa­dos. Vestía un distinguido traje inglés y un sombrero estilo Panamá color crema con una cinta negra. Fumaba en una pipa ca­labash como Sherlock Holmes y expulsaba grandes bocanadas de humo a las que podía dar extrañas formas. A los niños les llamaba la atención su perfectamente re­cortada perilla, su largo bigote y la cala­vera de marfil que servía de puño a su bastón.” (Ver: Los secretos de la Mansión de la Escoria).


Lara y Caterina Altomonte.- Hijas de Rodrigo Altomonte y amigas de Miranda, Renata y José. “Lara y Caterina parecían haber desembarcado de un drakar vikingo. Su cabello era pelirrojo, su tez muy clara y pecosa y sus ojos azules. Ambas peinaban dos largas trenzas y vestían vaqueros. Lo único que en principio parecía diferenciarlas era el color de las gomas que sujetaban las trenzas. Una las llevaba rojas y la otra verdes”.


El Capitán Dosmiradas (Fernando Altomonte).- Famoso pirata del siglo XVII. Antepasado de Rodrigo Altomonte. “No era un pirata al uso. Es decir con aspecto de asesino sucio y dejado. Era más bien todo lo contrario. No llevaba sombrero. Su abundante cabellera pelirroja, como la de Lara y Caterina, ondeaba al viento. En su hombro un mono titi parecía mirar fijamente al pintor. Su rostro era bello y sereno y sus ojos claros parecían escrutar el horizonte. Sin embargo se podía adivinar una cierta discordancia entre el lado izquierdo de la cara, triste, y el derecho más vivo y expresivo, con un pendiente de aro. Una espectacular casaca granate con abotonamientos dorados cubría su cuerpo enfundado en una blusa blanca con chorreras y con los cordones de la pechera sin abrochar. Un aparatoso cinturón atravesaba su torso en diagonal y otro su cintura en horizontal sujetando un gran trabuco sobre el cual se apoyaba su mano derecha”.


La niña turca.- Extraña figura fantasmal que vio el Capitán Dosmiradas durante un abordaje. “…veo extrañado que una pequeña niña en la que nadie parece fijarse, cruza desde el otro barco lentamente hacia mí. Tiene un aspecto raro. Como celestial. Como un alma en pena o espíritu o algo semejante. Tiene el cabello claro y los ojos verdes. Sus ropajes son los de una princesa.”



Tarasios Kefalés.- También apodado “el griego”. Lugarteniente del Capitán Dosmiradas. Encabezó traicioneramente el motín contra su jefe con el fin de quedarse con todos sus tesoros.


Brígida Hornos.- Ama de llaves de la Mansión de la Escoria y cómplice del franchute en la búsqueda de los tesoros del Capitán Dosmiradas. “Era alta, delgada, enfundada en un austero vestido negro, y con un gran moño en todo lo alto de su cabeza. Aunque su saludo sonó realmente amable y cordial, su rostro enjuto y su nariz aguileña pa­recían expresar todo lo contrario”.



Carnecruda.- Ser de apariencia bizarra que esperaba al Franchute bajo el Islote de la Escoria en una especie de submarino mitad ferrocarril mitad nave espacial y cuya identidad es un misterio. “Tenía sólo tres largos y afilados dedos del color de la carne cruda terminados en puntiagudas uñas negras”.





 Luci “crujehuesos”.- Macarrilla repetidora del colegio de Miranda, que intentó abusar de la Roblenuevo y sus amigos tras perder un partido de balonmano. (Ver: El ferrocarril es-pectro).
 Mateo.- Amigo de Miranda, Renata y José. Protagonizó con ellos El ferrocarril espectro. “Un chaval moreno con el pelo ensortijado se atrevió a dejarse ver.” (Ver: El ferrocarril es-pectro).
Carbón.- El perro de Mateo. “Un pastor alemán salió disparado hacia ellos ladrando. Se abalanzó sobre Miranda y comenzó a lamerle nerviosamente la cara y las manos.” (Ver: El ferrocarril espectro).

Carmen y Juan.- Padres de Mateo. “La madre de Mateo, una joven morena que sostenía en sus brazos al pequeño bebé de la familia, mostró feliz a Miranda y a Renata su habitación…“Su padre, un joven bajito, de aspecto nervioso, en el que destacaba su brillante y rotunda calva, dio la bienvenida a los tres niños con entrañable amabilidad y… con tres pasteles que no duraron en sus manos más de diez segundos. (Ver: El ferrocarril espectro).

Lexinton Sinclair.Ayudante de Edmundo Salcedo. "Extremadamente delgado, su rostro permanecía oculto detrás de una espesa barba y unas oscuras gafas de sol. Inmóvil y callado, los niños se preguntaban qué narices hacía un tío con unas gafas de sol dentro de una tienda de campaña.” (Ver: El ferrocarril espectro).

Edmundo Salcedo.- Arqueólogo que dirigía una excavación en las proximidades de Los Prunos. “El señor Salcedo no podía ocultar que le gustaba comer, tanto o más que la propia arqueología. No era de gran estatura, pero su gordura rallaba en la obesidad, circunstancia que hacía que su atuendo, consistente en pantalones cortos muy subidos y camisa de manga corta, totalmente ceñida al cuerpo, resultase ciertamente cómico. Tampoco ayudaban mucho a su imagen, los calcetines blancos subidos hasta la rodilla y el casco de explorador. No obstante, su sudoroso rostro rechoncho y sus gafas redondas, le conferían un aspecto entrañable. (Ver: El ferrocarril espectro).


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